Trabajamos arduamente en implementar protocolos de bioseguridad y certificarlos con IRAM para hacer de la escuela un lugar seguro.
Sabemos que esto involucra un trabajo articulado de toda la comunidad educativa, estudiantes, familias y equipos docentes y no docentes.

Como responsables de la seguridad dentro de la escuela:
* el momento anterior al regreso,

* el momento de y durante la reapertura y

* el momento que implica el sostenimiento de la seguridad una vez abiertas nuestras sedes (centro y norte) teniendo en cuenta las consideraciones sanitarias y normativas para preparar al edificio escolar para recibir a toda la comunidad educativa.

Si bien las normativas al respecto pueden ir variando y ajustándose con el correr del tiempo, existen ciertas consideraciones generales con las que planificamos estos reencuentros.
Volver a la escuela implica necesariamente la construcción de nuevos modos de organizarnos, de relacionarnos y de vivir la experiencia educativa. Cada una de las actividades que hasta ahora resultaban conocidas por todos los miembros de nuestra comunidad educativa deber  ser revisada a la luz de las medidas de protección y seguridad que favorezcan el cuidado de todas y todos, cada una y cada uno. Es en este sentido que hemos re significado el proyecto histórico institucional de educación para la salud “Me cuido, te cuido, nos cuidamos”

Cuidarse y cuidarnos todas y todos como aprendizaje para la vida. También estamos convencidos que un lugar seguro es una red que contiene y sostiene. Se trata de abordar la seguridad desde la dimensión emocional y social. En este sentido, recuperar el espacio escolar como lugar seguro implica elaborar las emociones vividas en este tiempo, recuperar el cuerpo y la presencia en el encuentro, siempre incorporando los aprendizajes del autocuidado y el cuidado de las y los demás.
Se trata de darle un nuevo valor a la fortaleza del tejido social que nos contiene en el marco de nuestra comunidad escolar. La escuela es un lugar seguro cuando nos respetamos y podemos hablar y compartir lo que sentimos.
Estos encuentros tendrán la impronta NEA de acuerdo a la especificidad del nivel, para poder informar a las familias lo abordado, lo trabajado y como seguiremos haciéndolo.